El lugar.
A este espacio llegamos un poco por decantación, principalmente la idea era trabajar en otro espacio al cual se le cerró el acceso. También fue un poco de justicia divina ya qué este lugar, es zona aledaña de nuestra compañera Cami, que para todos los tps tiene que venir hasta capital. Y esta vez nos tocó visitarla. En este espacio ella y su familia solían pasar su fin de semanas, recorrer sus largos pasillos y disfrutar de unos mates al sol. También fue su refugio en su adolescencia, porque acá se encontraba el cine que visitaba.
La mirada que buscamos denotar a través de la propuesta visual, es la de mostrar un lugar que ha sido abandonado en sus usos primarios pero que ha se desarrollado en él, otra forma de hábitat. La obra de la arquitectura humana se posa, pero ahora la naturaleza es quien encuentra su forma de vivir aquí. Las palomas se posan en paz, el polvo se acumula en manuales viejos, telarañas y moho, el agua gotea lejos de su fuente, todo parece abandono pero la luz sigue brillando.
Respecto a las decisiones de cámara usamos planos fijos con la ayuda de trípodes, usando planos detalles y generales, con la idea de mediar entre lo micro y lo macro ya que la huella del tiempo la encontramos en gran parte de esta superficie. En lo que respecta a composición buscamos diferentes sensaciones, por un lado, destacar las formas de los objetos como la lámpara, también mostrar los espacios en sus exteriores e interiores, como se veían con sus huellas, con su luz y oscuridad; pero también generar un efecto visual cómo se logra en los reflejos de las galerías abandonadas, donde en realidad lo que expone esta vidriera es su entorno exterior e interior, que es lo que hoy tiene para exponer. En el montaje fuimos haciendo distintas pruebas donde finalmente tratamos de mostrar en cada plano algo nuevo de aquí, y a su vez ir haciendo un recorrido espacial de diferentes micro espacios en la consecuencia de plano a plano.
34°27′55″S 58°30′30″O
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